ROSARIO BAHAMONDE
Cuándo apenas tenía 18 años, decidí estudiar Filología alemana, a pesar de que muchos, nos llamaban “los raritos/ las raritas”, por estudiar algo tan duro y tan diferente, -y,¿para que estudiáis eso, si no sirve para nada?-, ¿de qué sirve ser filólogo?-, ¿por qué no estudias algo mejor?..., eran comentarios que escuchábamos a diario de gente, que no sabía otra cosa más, que preguntar y preguntar. Nunca reaccioné nunca a ninguna crítica y seguí hacia adelante, escogiendo lo que dictaba mi corazón y lo que creía mejor para mí vida. De momento me considero afortunada porque no me he engañado en nada. Mis decisiones nunca fueron erróneas o por azar. Siempre he sabido y sé a día de hoy a dónde quiero ir. Lo mejor de estar segura de ti misma, es saber que a cada pasito que des, avanzas y creces de manera profesional. Eso te llena de felicidad.
En el año 2007, cuándo apenas sabía mucho ni poco lo que era ser profesora, ni lo que significaba el trabajo como docente de manera práctica, decidí iniciarme de manera personal, impartiendo mi primera clase de alemán a un alumno suízo, alguien que en aquella época estudiaba 3º de la E.S.O. Los recuerdos de eses inicios docentes son alegres, porque se trataba de un alumno, que le encantaba el alemán tanto o más que yo.
Eses inicios fueron duros, como todo comienzo en cada sector, cuándo no sabes realmente, que es lo que te encontrarás, que es lo que te espera, porque nadie nace preparado, sino que yo misma creo, que el destino va forjando y modelando el camino de cada persona, adaptándola de la mejor manera posible a sus inquietudes, pero gracias al paso del tiempo, a la experiencia adquirida, a mis habilidades sociales, a mi don de gentes, a encontrarme con alumnos y niveles diferentes, a irme formando pasito a pasito, me he ido adaptando a lo que son las clases particulares, las clases a domicilio, las clases a mayores o a niños y las clases para diferentes fines: por estudios, laborales, para empresas o negocios, para trabajar en países de habla alemana, por motivos de viajes, para el turismo, para conocer la cultura alemana o simplemente para mantener nuestro cerebro activo y aprender un idioma nuevo, que podrá abrirte nuevas puertas.
En el año 2013, empiezo a trabajar en el CSC Fontiñas(Santiago de Compostela) como animadora sociocultural impartiendo clases de alemán y de cultura alemana a un grupo de alumnos diverso. A partir de ahí continúan mis clases particulares y a domicilio con la franquicia Acadomia(madrileña-malagueña). En octubre de 2013 comienzo a impartir clases extraescolares de inglés y alemán en el Ceip Lagostelle Guitiriz. Estas clases se impartieron siempre durante el curso escolar mediante un acuerdo con el director del centro y estando bajo un seguro de autónomos. Este año he terminado estas clases en mayo de 2017, porque creo que la educación necesita un sistema diferente y los/las docentes debemos unirnos para mejorar y cambiar esta situación. Una educación mejor si es posible, solo que tiene que ser con la ayuda de todos.
Además de ser docente, me he dedicado a traducir cartas jurídicas para ayudar a las gestorías cuándo no entienden algo, pero siempre son documentos o traducciones de particulares y nunca para entidades u oficinas oficiales.
Traducciones realizadas:
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Fiscales (pensiones, deudas en seguros médicos alemanes, subas …)
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Científica (1 historial médico de un paciente con una enfermedad grave: técnicas usadas por cada médico, medicinas administradas, pautas en cada caso para el paciente y como se procede)